10.12.2011

Egoísmo sin fundamento

"""
Se acercó a mí y, mirándome a los ojos, me dijo: "eres para mí".
Sin embargo, ¡menuda ignorancia la suya! No tuvo en cuenta mi desprecio -decía que no le importaba-, no tuvo en cuenta mis sentimientos -si aún no los había perdido del todo-, no tuvo en cuenta siquiera un vago recuerdo de lo que había sido ese "nosotros".
Él se acercó y no me dio opción, me susurró al oído que fuese para él, hasta el fin del mundo, hasta que no quedase rastro de dignidad ni vergüenza en sangre. Me suplicó que quemase su futuro y que bailase sumida en llamas mientras él tocaba nuestra canción en un mar de humo y toxinas, porque al fin y al cabo, ¿qué quedaba en su organismo que no fuese humo y toxinas?
Decidí no hacerle caso, como siempre, bedita rebeldía.
Pero no me dejó atrás, sigue importunando.Soy su juguete estropeado de tanto jugar y sin embargo, no se cansa.
Silencio,como siempre, bendita rebeldía, bendito egoísmo.

"""

No hay comentarios:

Publicar un comentario